
Un establecimiento educativo de la ciudad de San Fernando (O’Higgins) confirmó un caso de tuberculosis (TB) entre sus estudiantes, registrando que la enfermedad sigue presente en territorio nacional. La TB, causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis , afecta con mayor frecuencia a los pulmones e inclusive otras partes del cuerpo, y se transmite por el aire, en gotitas de saliva, cuando las personas infectadas se tosen, estornudan o escupen.
La académica del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de O’Higgins (UOH), María Teresa Solís , y experta en Salud Pública y Epidemiología, explica que la tuberculosis está presente en todo el mundo, incluyendo Chile. «Se estima que, a nivel mundial, cada año enferman cerca de 10 millones de personas y pese a ser una enfermedad que se puede prevenir y existe tratamiento disponible, cada año mueren cerca de 1,5 millones de pacientes. Producto de esas cifras es la principal causa de muerte infecciosa del mundo», detalla.
La enfermedad es considerada un problema importante de salud pública en América. «Si bien las tendencias mostraron una disminución en la incidencia, durante y después de la pandemia de Covid se ha reportado un nivel aumento de casos, ya que la emergencia sanitaria afectó las intervenciones de prevención y control de la tuberculosis en todos los países. Además, la resistencia a los antimicrobianos está agravando este problema», puntualiza la Dra. Solís.
¿A qué prestar atención?
Si bien, el 90% de las personas afectadas por el bacilo son capaces de controlar la infección y finalmente no presentan la enfermedad, para quienes sí presentan síntomas con afectación pulmonar, lo más comunes son tos durante dos semanas (o más tiempo) que puede producir desgarro con sangre. «Se puede acompañar de decaimiento, pérdida de apetito, fiebre, baja de peso y sudores nocturnos. Si hay presencia de estos síntomas es recomendable acudir a un centro de salud para solicitar exámenes de expectoración o baciloscopía, totalmente gratuitos sin importar la condición previsional», detalla la investigadora.
En casos de tuberculosis pulmonar activa, aunque se haya iniciado un tratamiento, es posible transmitir la bacteria durante las primeras 2 a 3 semanas. “Se recomienda utilizar mascarilla en ese período y que se ventile la habitación con frecuencia, junto con cubrir la boca al toser o estornudar y un lavado frecuente de manos”, explica la experta.
Prevención de la enfermedad
La medida de prevención poblacional más eficaz y usada que protege contra las formas severas de tuberculosis, es la vacunación, según explica María Teresa Solís, agregando que, en Chile, dicha vacuna (BCG) está incorporada en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) y es obligatoria en recién nacidos, permitiendo la protección de las formas graves de la tuberculosis.
También es posible administrar un esquema de tratamiento preventivo (quimioprofilaxis primaria o secundaria) a personas que tengan riesgo de infectarse con tuberculosis o tengan una infección tuberculosa latente (ITL). «En Chile, como en muchos países, la notificación de casos activos de tuberculosis es obligatoria. Esta medida busca ayudar al paciente que tiene la enfermedad ya proteger al público mediante la reducción de la futura transmisión», finaliza la investigadora.
FUENTE: Comunicaciones de la Universidad de O’Higgins.