
72 años al servicio de la comunidad entregando su oficio de Relojero, lleva don Erwin Hott González. Oriundo de la ciudad de Río Bueno, llegó hasta la comuna de Purranque a los 21 años, solicitando un permiso al alcalde de ese entonces Manuel Cerro, quién se lo fue renovando hasta hacerlo definitivo.
A su llegada a Purranque, conoce a quien es su esposa hasta los días de hoy Marina Ocares, lo cual fue el motivo más importante de radicarse en la comuna de Purranque y hacer su familia. Hoy a sus 94 años de edad recuerda cómo era Purranque en el año 1951 cuando instaló su Relojería en el centro de la ciudad.
El legado de Relojero se lo dejó a su cuñado Nibaldo Ocares, el único que queda en la comuna de Purranque, ya que sus otros discípulos emigraron hacia Santiago y Bariloche. Hoy las nuevas generaciones no se interesan por aprender este oficio, porque es muy delicado el reloj, “se debe tener el pulso y la vista buena” señala.
Erwin Hott González, se muestra muy agradecido del cariño de la comunidad Purranquina, ya que muchos lo ubican desde hace años y lo saludan en la calle, por lo que agradece, esa cercanía de todos los Purranquinos que han sido sus clientes y quienes viven en los alrededores.