- Según académica de la PUCV, las papas duquesa, carnes grasas, postres y la ingesta de alcohol, son los componentes que más aportan calóricamente.
Se acercan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, en donde una parte fundamental de las celebraciones son las respectivas cenas. Si bien los menús suelen ser bastante variados, hay algo que no puede faltar: las papas duquesa.
Si bien gozan de una popularidad elevada durante el mes de diciembre en nuestro país, vale la pena preguntarse qué tan nutritivas son. Para responder esta y otras preguntas en torno a las cenas de fin de año, consultamos a Carolina Astudillo, ingeniera civil bioquímica y decana de la Facultad de Ciencias Agronómicas y de los Alimentos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
En torno a las papas duquesa, Astudillo señaló que “una porción de 100 gramos puede llegar a tener una cantidad de 180 kilocalorías. Principalmente contienen almidón, que es un carbohidrato bastante fácil de asimilar por nuestro cuerpo, pero también contienen una porción interesante de proteína”.
En torno a cuánto consumir, la académica de la Escuela de Alimentos de la PUCV señaló que “la verdad es que depende de la cena que uno esté haciendo, pero siempre una porción pequeña, tal vez unos 50 gramos. Lo anterior hay que acompañarlo de abundantes verduras verdes, frescas o cocidas, también pueden ser acompañadas con frutos secos, arándanos o frutos silvestres”.
En cuanto a la incorporación de frutos secos en las cenas de fin de año y en la dieta en general, la profesora Astudillo detalló que “siempre es recomendable el consumo de nueces, almendras, maní y pistachos, porque son alimentos muy ricos en nutrientes”. Astudillo agregó que “evidentemente contienen energía por la presencia de lípidos, pero son normalmente grasas muy buenas, positivas para nuestro organismo en términos generales, y además contienen compuestos fenólicos con propiedades saludables; pero también poseen otros efectos como ser antimicrobianos”.
Otro de los puntos en discusión es el horario de las cenas de fin de año. Para la académica de la PUCV, nunca será una buena idea comer cerca de la medianoche debido a sus efectos en la salud. “Lo ideal siempre es comer no más allá de las 20.00 horas y algo bastante liviano que sea fácil de digerir”, señaló Astudillo.
Por último, la ingesta de alcohol es un ítem que se suma a las cenas de fin de año y que de igual manera aportan kilocalorías. “El alcohol tiene varios problemas, por una parte, contiene moléculas de alcohol propiamente tal, por lo que el organismo siempre las tratará como un elemento tóxico, lo que genera la sobrecarga del hígado. ¿Eso qué significa? Si se le entrega más alcohol del que puede procesar, el hígado estará más horas tratando de depurar esas moléculas del organismo. Las personas que se exceden en el consumo de alcohol pueden estar 12, 14 horas y hasta 20 horas sintiendo los efectos indeseados”.
“Cada mililitro de alcohol que se consume tiene el orden de 7 kilocalorías, por lo tanto, si uno va a cenar, por ejemplo carne, papas duquesa, postres, más las bebidas alcohólicas, en realidad se puede comer fácilmente unas 4000 calorías en una cena de navidad”, afirmó.
FUENTE: Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.